
Empecé a leer “The Four Pivots: Reimagining Justice, Reimagining Ourselves” del autor Shawn A. Ginwright, PhD. Es el texto asignado en una clase que estoy tomando. Confieso que arranqué la lectura con desgana y por obligación, pero me atrapó desde las primeras páginas y me devoré el primer capítulo.
Este libro es una guía para crear cambios sociales positivos y personales. Anticipo que terminaremos comprendiendo que para transformar a la sociedad en la que vivimos, es prerequisito evolucionar a mejores versiones de nosotros mismos.
El autor propone pivotear nuestra mentalidad y acciones en cuatro niveles para promover un mundo más justo y equitativo. Ginwright usa el concepto de pivote como una analogía de los cambios de dirección que hace un jugador de basquetbol para acercarse a la canasta y encestar o hacer una asistencia. Estos pivotes son: (1) Visión -crear posibilidades en lugar de arreglar problemas-; (2) Presencia -pasar del ajetreo a fluir-; (3) Conexión -priorizar las relaciones interpersonales y a la comunidad por encima del individualismo-; (4) Sanación -abrazar el autocuidado y la sanación colectiva.
Dado que únicamente he leído el primer capítulo, por el momento solo puedo contarte sobre este. El título es “Reflexión” y arranca hablando sobre un espejo que observa la realidad y nos ofrece un acceso para indagar en el interior y conocer a quien vive detrás del reflejo. Resalta la importancia del autoconocimiento y describe cómo nuestros filtros y sistemas de creencias determinan nuestras percepciones y nuestra manera de vivir.
Un poco más adelante, Shawn Wainwright’s explica cuatro diferentes perspectivas que nos ayudan a dar forma y comprender el mundo: visión verdadera, retrospectiva, previsión e introspección. Estos puntos de vista son esenciales para la toma de decisiones y un liderazgo efectivo. Estos conceptos me parecieron interesantes, útiles y trasladables a cualquier aspecto de nuestras vidas.
Te cuento un poco sobre cada uno y cómo podemos aplicarlos en dos escenarios diferentes: un líder en el trabajo y una mamá que recién dejó a dos de sus tres hijas en la universidad (cualquier parecido con la realidad no es coincidencia)
Visión Verdadera. Capacidad para percibir el mundo con precisión, sin distorsiones ni prejuicios. Consiste en observar la realidad más allá de su apariencia en la superficie, reconocer los patrones subyacentes, las conexiones y significados profundos que con frecuencia nos pasan desapercibidos. Significa ver por encima de las circunstancias inmediatas, hacer un esfuerzo para comprender el contexto y las posibles implicaciones de nuestras decisiones.
Ejemplos:
-Un líder nota que la motivación de sus colaboradores va en picada. Aplicar la visión verdadera implica profundizar en la dinámica del equipo para descifrar las causas raíz -quizá existe un desequilibrio en la carga de trabajo o falta de confianza entre los integrantes-, en lugar de solo atender los síntomas con remedios inmediatos como agregar un día de trabajo remoto.
-Una mamá con el nido semi vacío atraviesa por una sensación de pérdida. Viendo más allá de la tristeza, podría reconocer en el tiempo libre oportunidades para reconectar con hobbies o amistades.
Retrospectiva. Habilidad para reflexionar sobre el pasado y aprender de él. Identificar las lecciones aprendidas y aplicar el conocimiento en situaciones futuras. Desarrollar la retrospectiva nos permite evitar repetir errores y tomar decisiones más informadas.
Ejemplos:
-Un líder analiza con detalle un proyecto fallido para identificar los factores que contribuyeron al fracaso y hacer los cambios necesarios para garantizar que no vuelvan a ocurrir en el futuro.
-La mamá con el nido semi vacío puede mirar hacia atrás y reflexionar sobre el impacto positivo que tuvo en sus hijas que ahora son independientes. Esto puede activar una sensación de logro, orgullo y confianza para transicionar a la siguiente etapa.
Previsión. Capacidad de pronosticar y prepararse para eventos futuros. Implica considerar posibles escenarios, evaluar riesgos y desarrollar estrategias para navegar la incertidumbre. Los líderes efectivos utilizan la previsión para tomar decisiones proactivas y minimizar sorpresas.
Ejemplos:
-Una directora anticipa un cambio importante en la industria y adapta el modelo de negocio actual de su empresa. Invierte en investigación, desarrollo e innovación para crear nuevas oportunidades y responder al mercado cambiante.
-Ahora con más tiempo disponible, la mamá con el nido semi vacío puede planear siguientes pasos: cuidar su salud, construir nuevas amistades, cultivar talentos, planear el retiro.
Introspección. Es la habilidad para comprender el significado o importancia subyacente de algo. Tiene que ver con conectar puntos, reconocer patrones y desarrollar una comprensión profunda de situaciones complejas. Los líderes introspectivos son capaces de tomar decisiones estratégicas y navegar los retos con más claridad.
Ejemplos:
-Un líder observa un patrón recurrente de rotación de colaboradores en un departamento específico. Explorando los factores subyacentes identifica la presencia de un jefe déspota, un integrante tóxico o falta de oportunidades de crecimiento personal. Esto le permite diseñar soluciones a la medida para resolver el problema.
-La mamá de la que venimos hablando puede definir su propósito personal más allá del cuidado de la familia, reconectar con su carrera profesional, lanzar un proyecto de emprendimiento. Echar a andar esa versión suya que por un tiempo largo quedó en pausa.
Cultivar estas cuatro perspectivas hace posible una comprensión más completa de nuestro mundo, tomar decisiones más informadas y navegar los desafíos con mayor eficacia. Permite a los líderes posicionarse para el éxito y crear un impacto positivo en sus organizaciones y a las personas construir vidas plenas llenas de significado.
Hasta aquí mis reflexiones.
Seguiré leyendo.











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