Dentro de cada uno de nosotros vive una voz. Viaja con nosotros absolutamente a todos lados. No conoce el silencio, tampoco la prudencia. Tiene una opinión para todo y lo suyo es criticar, juzgar, censurar o culpar. Está siempre lista para hacerte saber que no eres suficiente, estás defectuoso o que la regaste -¡Ya ves… Te lo dije!-. Constantemente calcula tu valor como ser humano, cuestiona tus aspiraciones y frena tu capacidad de cambio o crecimiento. A esa voz se le conoce como el “crítico interior” y seguido puede sonar como agente fiscal o juez encargado de fusilamientos.
Una buena parte de la felicidad individual depende de la construcción de relaciones humanas saludables. Las personas que viven más sanas y felices se caracterizan por tener lazos sociales sólidos y estrechos. Pero hay otro tipo de relación que es fundamental para nuestro bienestar emocional: la relación que tenemos con nosotros mismos, con la voz del residente incansable dentro de nuestra cabeza o ese flujo de conciencia involuntario.
¿Algunas vez te has sentado a escuchar u observar con atención a tu crítico interior?
En su libro The Unethered Soul, Michael A. Singer hace una descripción genial de la voz interior. Cuando la leí por primera vez estuve balanceándome en esa cuerda fina que divide la risa del llanto. Parecía que hablaba de mi crítico personal. El texto me dejó movida para bien. Fue tranquilizante descubrir que mi voz era parecida a la de los demás. Por lo visto, los críticos interiores tienen cosas en común. Te cuento.
El crítico interior tiene la misión de reforzar ideas o creencias limitantes. Nos hace dudar de nuestro valor como seres humanos, de quiénes somos y de nuestras capacidades. Su voz no permite equivocaciones. Te recuerda que no estás lista todavía, que eso no es para ti, que no puedes aspirar a un amor verdadero, que deberías parecerte más a tu hermana o ser como tu papá, que nadie va a quererte así, que no eres suficiente. En ocasiones te recrimina por no haber hecho las cosas de cierta manera, su palabra favorita es “hubiera” y siempre sabe más que tú. A veces aparece cuando te miras al espejo para recordarte lo gorda o panzón que estás y te hace notar que los efectos de la gravedad ya son visibles desde el espacio. Puede ser que te desanime si quieres bailar –vas a verte ridícula-, aprender algo nuevo –¿para qué?– o dar una opinión –mejor deja que hablen los que saben-. Es una voz sin filtro, desalmada y que limita.
El crítico interior no descansa nunca. Interrumpe nuestro silencio o deseos de tranquilidad con su incesante parloteo: “¿Apagué la luz del comedor? Mejor voy a checar. Ahorita no, después… quiero terminar de ver el programa. No, mejor de una vez. ¿En qué me acabé el dinero?, ¿Cómo se llama la chava que está en mi clase?… Justo me dijo ayer. ¿Qué onda conmigo?, Que vergüenza… Nunca me acuerdo de nada. Tengo que ir al gimnasio mañana. ¿Por qué no me habla?. Seguramente ya se cansó de mi. Qué mal se viste Juan”. Su conversación parece una venta de garaje, un agotador desorden donde todo se vale.
El crítico interior tiene algo que decir absolutamente de todo –“no me gusta”, “si me gusta”, “si me queda”, “puros cuentos”, “que exagerado”, “que flojera”, “está asqueroso”, “que aburrido”– Opina sin límites. Además viaja siempre con nosotros y puede arruinar cualquier situación encontrando errores y defectos en cualquier lado. Nuestra vida cotidiana está altamente influenciada por las experiencias que genera nuestro flujo de conciencia.
¿Podemos hacer algo para bajarle la intensidad a nuestro crítico interior?
Nota y acepta su presencia. Muchas veces ni siquiera lo notamos. No estamos conscientes de su existencia porque estamos totalmente inmersos en su conversación. Estamos en piloto automático. El primer paso para tranquilizar a nuestro crítico interior consiste en reconocer que está ahí y forma parte de nuestra constitución humana. Dar un paso atrás para generar distancia y verlo desde un mejor ángulo.
Pon atención a todo lo que dice. Cuando te encuentras a alguien, cuando hablas por teléfono, cuando manejas, cuando te lavas los dientes, antes de dormir, al despertar, cuando comes, cuando tienes que tomar una decisión o estás a punto de comenzar con alguna actividad. Escucha y observa sin involúcrate o reaccionar. Simplemente registra lo que dice. Para esto ayuda mucho el Mindfulness, una práctica para desarrollar la atención plena. Esto te permitirá conocerlo mejor.
Ten curiosidad. Dedica algunos momento a explorar el origen de los mensajes de tu crítico interior. ¿De dónde viene?, ¿Por qué me dice esto?, ¿Qué es esto que siento en reacción a lo que dice mi voz?. Con frecuencia nos tapamos los oídos para no escuchar aquello que nos hace sentir defectuosos. El riesgo de sentir que “estoy mal” es mayor, por ejemplo, si tengo un critico interior que constantemente resalta mi falta de capacidad para disfrutar la vida y ser feliz como todos los demás.
Busca apoyo. En ocasiones el crítico interior se sale de control. Si te sientes constantemente bajo ataque, inmovilizado, con sentimientos de culpa, miedo, tristeza, inseguridad o sin saber que hacer, lo mejor es buscar ayuda profesional. No vale la pena sufrir habiendo soluciones.
Uno de los mejores antídotos contra los embates del crítico interior es la autocompasión –practicar la generosidad con nosotros mismos-. Pero de ese tema hablaremos en la próxima publicación. Me parece tan importante que requiere de su propio espacio.
Mientras tanto te dejo con la tarea de pasar tiempo con tu crítico personal. Obsérvalo y conócelo bien. Pon atención a todo lo que dice la voz dentro de ti y sí te animas ven a contarnos sobre ella.
Bienestar con Ciencia 
Estuve platicando con una maestra hace poco y me comentó que a veces los jóvenes somos muy autocríticos, no nos dejamos cometer errores y nos condenamos terriblemente si es que erramos en algo, después me dijo “Si así son de críticos con ustedes mismos, no me imagino como serán con los demás”. En ese momento no me hizo mucho ruido esta conversación, hasta que traté con el tema de la autocompasión recientemente y pude sensibilizarme sobre la innegable verdad de que efectivamente el crítico interior es despiadado y no conoce censuras. En tantas ocasiones he sido muy dura conmigo misma y no he practicado la autocompasión, ahora entiendo que tendría más alivio y tanquilidad si lo hiciera, y tal vez también así lo pueda proyectar a los demás.
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“…un agotador desorden donde todo se vale…” Esto es completamente cierto. Y es que ¡nosotros dejamos que todo se valga en el juego de nuestro crítico interior! Realmente permitimos que se meta en todo, ¡absolutamente todo!
Durante años he peleado con esta voz interior que “sabe más que yo”, que se burla de mí cuando me equivoco, que me humilla y que no descansa hasta encontrar hasta el más mínimo error o defecto. Lo más interesante de esta reflexión, es que ahora ya sé como “lidiar” con esta voz (y pongo lidiar entre comillas porque realmente lo único que hay que hacer con esa voz es aceptarla y vivir con ella): aceptándolo, enfocándome en lo que realmente importa, y así como él me analiza a mí todo el tiempo, yo también darme la oportunidad de analizarlo y jugar a su juego, sin caer en sus trampas.
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Mi crítico personal suele aparecer recurrentemente. Me considero una persona muy perfeccionista, que cada paso que doy es cuestionado por este crítico. Me he dado cuenta que entre menos hago caso a las críticas, más feliz soy.
Trato de tomar sólo las críticas constructivas, y de crear seguridad en mí misma que me permita vivir en tranquilidad. Claro, que es bueno buscar ser mejor, pero cada aspecto requiere tiempo y planeación.
Suelo buscar apoyo y escuchar lo positivo, así como las críticas constructivas de las personas que me conocen bien y me muestran afecto.
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No podemos taparnos la cara ante un problema y esperar que éste se vaya. El crpitico interior es una parte inerente de nuestra persona que requiere de su tiempo para entenderlo, apreciarlo, y analizarlo. Sí, será fuente de dolor y limitaciones muchas veces, pero creo que es emocionalmente inteligente el no desahacerse de este crítico interior, sino saber cómo trabajar con él para obtener resultados más productivos en el desarrollo de nuestras vidas.
Es importante también que, así como lo plantea el blog, debemos de reconocer cuando el crítico interior se está pasando de crítico. He ahí la importancia de conocerlo, pues, una vez que sabemos qué son los estándares de crítica normales, podemos detectar el momento en que estos se vuelven más constantes o mucho mayores, y es ahí donde debemos saber poner pausa a éste.
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Creo que esa “voz” que me sigue a todas partes definitivamente limita la manera en la que me expreso con los demás, o más bien, limita lo que no expreso. Creo que es importante aprender a ponerle mute a esa voz en ciertos momentos del día.
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Es difícil imaginar una vida sin esa voz. Pero es cierto, prestando más atención, ese crítico es brutal conmigo. Sin embargo, a veces considero es bueno escucharlo y hacerle caso porque a veces me hace reflexionar sobre una decisión y hacer una accióm para corregirla. Pero se que debo controlar mejor sus palabras ya que la gran mayoría de las veces solo me lastiman.
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Asocio al crítico interior a la “conciencia” como popularmente se le conoce, muchas veces no estamos bien con nosotros mismos, sentimos que las cosas no salen como queremos y como consecuencia no nos sentimos satisfechos y felices, esto no solo nos pone de mal humor, sino que también afecta nuestras relaciones al rededor. Espero estar atenta a mi crítico interior y poner en práctica los consejos.
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Últimamente me he dado cuenta de que es muy necesario practicar el mindfulness, te conoces a ti misma, analizas las acciones o actitudes que haz tomado en el día, observas qué hábitos representan virtudes (positivos) o vicios (negativos) con el fin de poder comenzar a cambiar tu vida y ser mejor persona, siempre optimista. Es muy importante la autocompasión porque cada persona es diferente y no puedes compararte con los demás, debes quererte a ti misma tal y como eres, no juzgarte y mucho menos juzgar a los demás. Saber que tú puedes ser lo que te propongas, nunca perder el ritmo y siempre mejorar cada día.
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La verdad que en los últimos meses me he dado cuenta que mi crítico interior se parece mucho al de otros. Inclusive me he percatado que los críticos interiores de personas tan cercanas mí son peores. No obstante, puedo decir que hoy en día ya sé escucharlo y a veces hasta controlarlo. Lo que ayuda mucho es pensar que hay dos personas dentro de mí: mi yo real y mi crítico…ya solo me dispongo a escuchar más a mi yo real y dejo que él otro se quede hablando solo si no tiene nada bueno qué decir.
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Me parece muy importante lo que menciona sobre escuchar y observar sin reaccionar, ya que cuando reaccionamos y empezamos a juzgar todo lo que escuchamos en nuestro interior nos volvemos mas propensos a ser gobernados por esa voz interior y de ahí perder el control de nuestro critico interior.
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Me pareció muy interesante este articulo ya que normalmente siento que cuando uno esta enojado o triste es donde mas he manifestado el critico interior que te dice que no vas a poder o esta muy difícil, eso solo cuestión de controlarlo.
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Muy de acuerdo con la relación que le dan al critico interior de un juez, en lo personal soy una persona muy dura conmigo misma que recalca todos los errores y me culpo a mi misma cuando algo no funciona bien. No debemos sufrir por nuestro propio critico interior aunque muchas veces el es en controla la mayoría de nuestros pensamientos y siempre existe el ”hubiera” que hace que nos genere incomodidad y coraje por no haber hecho las cosas bien y encontrar un defecto en cada pequeño detalle. Por eso es muy importante conocer tu critico y estar consciente de él, no hay que dejarnos llevar por el ya que no nos controla aprendamos porque se expresa de esa forma con que frecuencia es negativo o positivo, y al final cuando seas capaz de conocerlo todo va a cambiar dentro de ti y vas a vivir más feliz en practica de la autocompasión.
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Concuerdo y de igual manera comparto la idea de que no existe peor enemigo que uno mismo, así mismo muchas veces tenemos actitudes de las que no somos consientes y es importante pese a que no siempre estemos de acuerdo, tener en consideración a este critico y de esta manera poder genera un cambio positivo
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Se me hace súper interesante este critico interior que verdaderamente te hace frenar, que gracias a todos esos pensamientos que tienes en la cabeza dejas de hacer cosas. Creo que muchas veces no sabemos frenarlo y dejamos que nos consuma, permitiendo vivir las consecuencias que este nos brinda. Las maneras de bajarle la voz o las formas de controlar estos pensamientos que se describen en este escrito me parecen muy buenas pues son distintas vías que debemos tomar para recuperar el control de nuestro critico interior.
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Mauricio Villanueva
Creo que es de suma importancia el poder controlar el crítico interior y saber usarlo a nuestro favor. Creo que es fundamental el poder controlarlo, ya que éste nos acompañará para todo la vida, nos guste o no.
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La mayoría del tiempo nos pasamos pensando en como comportarnos frente a otras personas, como tiene que ser nuestra relación con ellos cuando principalmente nos tenemos que enfocar en la relación que tenemos con nosotros mismos para así poder llevar una buena relación con los demás.
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La relación que tenemos con nosotros mismos es algo que ponemos poca atención pero que tiene grande impacto en nuestra vida. Me impactó mucho estas palabras del texto: ”El crítico interior tiene la misión de reforzar ideas o creencias limitantes. Nos hace dudar de nuestro valor como seres humanos, de quiénes somos y de nuestras capacidades.” Es increíble como al estar consciente de lo que es, realmente lo puedes traducir como un arma a la que acudimos inconscientemente para hacernos daño, pero al darte cuenta de la dimensión, estamos justo a tiempo de saber controlar a ese crítico interior y no dejar que se salga de control.
Ha sido uno de mis textos favoritos de este blog.
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Como se menciona al principio del artículo, nuestro crítico interior es un juez que busca hacernos creer que ciertas actitudes, logros, caracterísitcas nos hacen seres humanos más valiosos. De ahí nace todo el juicio: bueno, malo; capaz, inútil; inteligente, tonto; ágil, torpe. Nos hace sentir mal acerca de nosotros mismos por alguna cosa que pasó y no nos deja estar en paz por estar constantemente conscientes de el juicio que emite acerca de nuestras acciones. Creo que para estar en paz debemos aceptar el hecho de que todas estas características son parte del ser humano y todos las tenemos. Todos somos torpes y ágiles, capaces e inútiles también en ciertas ocasiones. Somos buenos pero algunas veces también somos malos. Si nos damos cuenta de que valemos por el mero hecho de existir y que nada de lo que hagamos nos quita valía, le vamos a quitar el peso a esos juicios y vamos a dejar de ser tan duros con nosotros mismos y por consecuente, los demás.
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Estoy totalmente de acuerdo en que las buenas relaciones, estables, hacen más felices a la gente y de igual forma considero que la relación más importante es la que nos tenemos nosotros mismos, si esta es buena entonces podremos ser más felices. Pero si constantemente vivimos peleados con nosotros mismos sin perdonar, con criticas, entre otras cosas, viviremos limitandonos y no viviremos la felicidad al máximo.
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Creo que uno puede entrenar a que cada vez aparezca menos el crítico interior, la voz que no nos acepta y nos hace dudar. La conciencia siempre está, por laxa o fuerte que sea, pero permanece. Pero al crítico interior considero que si puede ser mayormente erradicado. Claro que existe, pero dentro de la medida que uno se acepta y comprende sus limitaciones, se estima a si mismo, esa voz comienza a no ser tan fuerte como la considerábamos.
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El crítico anterior, es algo que oímos todos los días, pero no escuchamos. Prestar atención a lo que nuestro crítico nos dice, es muy importante porque en ocasiones es lo único que nos impide hacer algo. Al detectar las frases más constantes que nos dice, será más sencillo evitarlas y cambiarlas por algo positivo. Al final, nosotros controlamos nuestros pensamientos, por lo que también podemos controlar nuestro crítico interior.
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La mayoría de las veces no somos conscientes del enorme daño que nos hace nuestro critico interior. A pesar de que estará con nosotros durante toda nuestra vida hay que aprender a distinguir todos los pensamientos que nos lanza constantemente.
Tenemos que observar cuales en realidad nos están advirtiendo de un verdadero peligro, y cuales únicamente están ahí para que sobre pensemos la situación, dificultándonos de esta manera nuestra vida.
Si nosotros tomamos el control de nuestro critico interior podremos llegar a realizar cosas inimaginables, si no lo hacemos podemos llegar a convertirnos en nuestro peor enemigo, porque nos estaremos frenando y poniéndonos obstáculos imaginarios en cada situación que se nos presente.
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El crítico interior es sólo tan fuerte como nosotros permitamos que sea. Algo que me funciona hacer antes de realizar una acción (que sé que va a ser fuente de crecimiento personal o de alguien más pero que para ella se requiere de valentía u honestidad) es decirme a mí misma: “Apaga la cabeza y hazlo”. Esto es, callar al crítico interior y a las creencias limitantes y simplemente actuar, haciendo lo que siento y lo que sé que es lo correcto. Te recomiendo que lo intentes de vez en cuando pues en mi caso me ha brindado momentos de gran satisfacción y felicidad.
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El critico interior es una vocecita que a pesar de que la queremos callar siempre estará para darnos otro punto de vista, muchas veces nos salva de algo, creo que antes de hacer algo y siento la vocecita hablando es importante que me detenga un momento a pensar y reflexionar lo que dice aunque muchas veces no lo haga.
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El crítico interior es yo pero mas intensa. Me llama la atención que es importante reconocer su existencia como parte de ti, porque si fuera ajeno no tendrías mucho control sobre de ello. Lo curioso es que esta adentro, y si tienes el completo control sobre de tu roomie, bueno, o sea por lo menos podemos ponernos acuerdos para vivir mejor. Creo que alguna vez vi en una película que decía que los seres humanos tenían la tendencia de autodestruirse. Es decir, que lo hacían pero poco a poco, por ejemplo, no hacen ejercicio, comen mal, fuman, toman en exceso, no duermen bien, viven al limite, e incluso escuchan demasiado a su critico interior. Escucharlo y darle rienda suelta creo que es una forma que aunque no pareciera consume más nuestras energías. Y afortunadamente, el crítico interior es esa otra faceta de nosotros. Es hora de ponerle acuerdos justos a cada lado de la habitación.
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Me parece muy interesante este tema pues es algo muy comun con lo que lidiamos día a día, sin embargo no es nada comun que nos demos cuenta de esto hasta que alguien nos lo hace saber. Este articulo me recuerda mucho a la crafe que dice que nuestro mas grande obstaculo somos nosotros mismos. Yo creo que en ocaciones no es tan facil controlar nuestro critico interno apesar de estar concientes de que está ahí pero creo que los pasos que menciona elntexto psra hacerlo son muy acertados para lograrlo.
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Concuerdo con todo lo mencionado, el critico interior es un aspecto muy importante en la vida diaria, por lo tanto es muy importante tratar de entenderlo. En mi opinión al momento de entrar en conciencia con tu critico interior pueden mejor muchos aspectos sobre tu vida
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Lo que a mi parecer es muy relevante en este artículo, es la importancia de reconocer y ser conscientes de lo que nuestro crítico interior nos dice y por qué nos lo dice. Muchas veces puede ser un obstáculo que no nos permita atrevernos a intentar algo nuevo o que nos puede hacer sentir tristes o inferiores pero realmente si luchamos por tener una mejor relación con nosotros mismos, el crítico interior puede ser quien nos impulse a sacar la mejor versión de nosotros mismos en el día a día.
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Debemos tener en cuenta que nuestro crítico interior es una extensión de nosotros mismos, sabe todo de nosotros porque ha estado desde el principio, nos critica porque inconscientemente queremos lo mejor para nosotros, aveces parece otra persona que solo nos ofende pero por eso es importante tener una buena relación con nosotros mismos, para conocer cada rincón, cuarto y hasta el más oscuro sótano para vivir en paz con esa voz en nuestra cabeza y saber aprovecharla.
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Estoy de acuerdo con este texto, me parece interesante y a veces considero que es mejor tener una buena relación con nosotros mismos, antes de que con alguna otra persona, y es interesante saber y conocer más a fondo este tema.
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Me identifico demasiado con este tema. Como todos, yo también tengo un crítico interior dentro de mi mente. A través de los años me he dado cuenta que mi crítico interior tiene una personalidad bastante dura conmigo ya que tiende a resaltar mis defectos y mis fracasos como si su objetivo fuera destruirme emocionalmente. Concuerdo en que es importante buscar ayuda ya que, por ejemplo, yo tiendo a sentirme triste muy seguido por razones mínimas e incluso a veces sin razón alguna, pero el hablar y expresar todo esto con alguien me ayuda demasiado a superarlo.
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OPINO QUE ES de suma importancia tener una buena relacion con nuestra voz interior ya que la llevamos con nosotros desde el dia que nacimos y la tendremos que acompañar hasta el dia de nuestra muerte asi que lograr entenderla nos puedr dar una mejor califad de vida.
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La voz interior hace que puedas dudar de tus habilidades y te hace pensar que no eres capaz de hacer ciertas cosas.
Creo que no la puedes evadir pero si calmar los pensamientos negativos
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Todas las críticas son buenas para ayudarnos a crecer, el error es enfrascarnos en una discusión defensiva en vez de autocompasiva.
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El crítico interior puede ser muy fastidioso y cansa a veces!
Como siempre, excelente artículo!
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